En Colombia, más de medio millón de niños entre 0 y 5 años de edad han sido afectados por la violencia. La exposición a éstos fenómenos traumáticos durante los primeros años de vida tiene efectos devastadores sobre el desarrollo de estos niños y compromete su derecho a llevar una vida productiva y saludable.
Actualmente, el país atraviesa por un proceso de transformación social en el que busca la conformación de una sociedad más pacífica y equitativa, y en este proceso, la atención y protección a miles de niños que han sufrido en sus vidas las consecuencias de la violencia en Colombia se vuelve un tema prioritario para muchos.
Semillas de Apego es un programa de atención psicosocial grupal que busca proteger a la primera infancia afectada por la violencia y el desplazamiento en Colombia. A través de un trabajo directo con sus principales cuidadores, el programa busca mitigar las consecuencias negativas que genera la exposición a estos eventos traumáticos durante los primeros años de vida de las personas.
Desde Genesis Foundation contamos con años de experiencia en la atención a la primera infancia en las zonas más vulnerables y afectadas por el conflicto en Colombia. Trabajamos hace 17 años por mejorar la calidad de la educación de miles de niños y, por eso, estamos encargados de implementar el programa en Tumaco, zona donde tenemos presencia desde hace 6 años, en los 27 Centros de Atención a la primera infancia que existen hoy en el municipio.
A finales de 2017 empezó el alistamiento del programa en campo con el fin de garantizar su buen desarrollo durante 2018 y 2019, llegando a 640 madres o cuidadores principales de niños entre 0 y 5 años de edad, y beneficiando alrededor de 940 niños en primera infancia que están actualmente expuestos a contextos de violencia. Este programa esta bajo la ejecución de Genesis Foundation y la Universidad de los Andes, con apoyo de La Compañía Coca-Cola, Fundación FEMSA, Fundación Éxito, y la Alianza Primero Lo Primero (conformada por Fundación Marío Santo Domingo, AeioTú, Fundación Pies Descalzos, y Dividendo por Colombia).
Teniendo en cuenta que las adversidades tienen efectos devastadores en el desarrollo de los niños y niñas; al igual que afectan la salud mental de los padres poniendo en riesgo la construcción de vínculos emocionales seguros y saludables entre ellos, se hace indispensable trabajar en el fortalecimiento de un vínculo emocional saludable entre las madres (o cuidadores principales) y el hijo con el fin de mitigar dichos efectos, promover la resiliencia y buscar el desarrollo adecuado de los niños, aún en medio de experiencias traumáticas.
En el momento, el país no cuenta con programas basados en evidencia que trabajen directamente con familias víctimas de la violencia, enfocados en fortalecer vínculos sanos como una herramienta clave para reducir los efectos en el desarrollo de los niños, por eso esta experiencia, en el momento histórico que vive Colombia, es una oportunidad para muchas comunidades que han sufrido dramáticamente las consecuencias del conflicto.
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