Animarte a hacer una huerta con tus hijos les dará a ellos y a ti, la oportunidad de crear un aula viva que permite la exploración, aprendizaje e incentiva el trabajo en equipo y cuidado de la naturaleza.
Una huerta trasciende de ser simplemente una fuente alternativa de alimentación cuando se convierte en un mundo donde no importan las edades, culturas, creencias o ideologías, solo impera la ley de sembrar, cosechar y cooperar.
Si estás buscando métodos para enriquecer la formación de tus pequeños, la huerta será el método educativo perfecto para que toda tu familia se sienta parte de una iniciativa que mejorará su calidad de vida e impactará positivamente a las próximas generaciones.
Te contamos qué habilidades pueden desarrollar tus hijos con una huerta en casa
1.Paciencia: Sembrar es una actividad que requiere de tiempo para poder recoger una buena cosecha. Usa esto para enseñar a tu hijo que todas las cosas que quiere lograr requieren de esfuerzo y dedicación. Muéstrales que, si hacen con amor cada cosa y esperan pacientemente, obtendrán grandes frutos; pues todo en la naturaleza como en la vida tiene un tiempo exacto e indicado para florecer.
2.Oden y aseo: A veces puede ser difícil enseñar a tus hijos que el aseo y orden de nuestro cuerpo nos lleva a ser más saludables; pero la huerta les deja un gran aprendizaje y es que, así como las plantas exigen cuidados, nuestro cuerpo también.
El día de limpieza de la huerta puedes conectar cada parte del cuerpo como si fuera alguna de las plantas del lugar y así lograr que ellos comparen la importancia del cultivo con la limpieza de su cuerpo para poder brillar como las flores.
4. Buenos hábitos alimenticios:
El proceso de creación y cuidado de la huerta enseña a los niños que se necesita dar una alimentación sana a los suelos para que las plantas crezcan fuertes y perduren en el tiempo. Del mismo modo, puedes preguntar a tus hijos cuál es su planta favorita en la huerta y mostrarle que tal como a ella, ellos necesitan alimentar a su cuerpo con vitaminas y nutrientes para poder crecer, cumplir sus sueños y rendir más en las actividades que les gustan.
5. Vivir como las flores para ser resiliente: Una de las enseñanzas más importantes de las plantas es su virtud de rechazar todo mal que viene desde afuera y sacar el mayor provecho de las situaciones adversas.
Para entenderlo mejor, puedes contar la siguiente historia a tus hijos que lo ilustra a la perfección:
Vivir como las flores (Reflexiones para el alma de José Luis Prieto)
- Maestro, ¿qué debo hacer para no irritarme? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes, otros indiferentes. Siento odio por aquéllas que son mentirosas y sufro con aquéllas que calumnian. - ¡Pues, vive como las flores! Advirtió el maestro. - ¿Qué es eso de vivir como las flores? - preguntó el discípulo.
- Pon atención a esas flores, continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo, son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los problemas de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse.
Realizar una huerta deja un legado no solo para tus hijos, sino para las próximas
generaciones y la comunidad en la que vives. Cada pequeño cambio positivo genera
una influencia y modelo a seguir que puede marcar una diferencia en la mejora de la calidad de vida de las personas de tu entorno. Es por ello que decidirte a hacerla logrará que tu familia se sienta capaz de transformar su realidad inmediata.
Si quieres seguir conociendo qué necesitas para hacer una huerta en casa, los cuidados básicos de una huerta y más temas relacionados te invitamos a leer los próximos blogs que publicaremos en las siguientes semanas en nuestra página web.