Todo lo que hacemos comunica. Y son precisamente nuestros hijos quienes nos lo han enseñado. En cada una de sus etapas hemos experimentado las diferentes formas del lenguaje: las señas, los sonidos y las palabras a medias. Solo hay una cosa clara y es que las personas siempre encontramos una manera para lograr que los otros nos entiendan.
El proceso de lenguaje es considerado como una de las habilidades de mayor impacto en las personas, ya que no es una acción temporal si no por el contrario es un proceso continuo que se desarrolla, se alimenta y retroalimenta a lo largo de la vida. Lo que hace que desde casa y nuestra propia concepción ya estemos generando toda una serie de comunicaciones propias del ser humano.
Resulta clave generar pautas acertadas en casa para alimentar cognitiva y socialmente a nuestros hijos. Heidy Malagón, asesora pedagógica de Genesis Foundation comparte 5 juegos que puedes hacer con tus hijos para estimular sus habilidades en el lenguaje. Estos juegos se pueden ajustar a la edad de cada niño:
1. Juego de Mímicas:
Las tardes lluviosas se pueden aprovechar al máximo con este juego y lo mejor es que toda la familia puede participar. Puedes jugar con niños desde los 2 años de edad. Diseña tarjetas personalizadas teniendo en cuenta la edad, los gustos y las preferencias de tus hijos. Estas tarjetas pueden tener palabras o dibujos según sea el proceso lingüístico que tenga tu hijo.
En este juego aparte de fomentar la motricidad gruesa mientras se hacen las mímicas, también se está generando una conciencia léxica/fonológica y el descubrimiento de nuevos términos: que letras compone una palabra, como suena etc.
2. Notas informativas:
Es muy importante decirles a tus hijos todos los días cuanto los amas, lo importante que son para ti y lo feliz que te sientes de tenerlos a tu lado. Pues este juego te ayuda a hacer esto de una manera divertida. Puedes dejar notas en post – it de colores en la habitación de tus pequeños, en la nevera, en su lonchera, su almuerzo, o el espejo de su baño. Enfócate en escribir mensajes positivos como: “Que tengas un lindo día. Recuerda que te amo” y mensajes que les recuerden sus deberes “No olvides que hoy es día de organizar tu cuarto. Nada mejor que hacer las tareas a tiempo”.
Las notas resultan muy útiles para los niños que están aprendiendo a leer y escribir porque les permite practicar y aprender nuevas palabras. Motiva a tu hijo para que también deje notas para ti, sus hermanos, sus amigos o sus profesores. Esto también le ayudará a practicar la escritura sin un esfuerzo muy grande.
3. Creando historias:
Leer un cuento todas las noches antes de dormir es una muy buena idea. Pero ¿Qué tal si construyes tu propia historia con ayuda de tus pequeños? Ya sabemos que los niños tienen una imaginación sorprendente y nada mejor que ayudarlos a ejercitarla. A la hora de dormir lleva un cuaderno en blanco y empieza a construir esa historia, puedes crear una diferente cada noche o hacer diferentes capítulos para al final tener un cuento más largo y completo.
Si los niños ya escriben permíteles plasmar sus ideas en ese libro y motívalo para que escriba sobre las cosas que más le gustan. Si son más pequeños escucha sus ideas atentamente y escríbelas tú en el libro en blanco. Cuando finalicen la historia pueden hacer dibujos, poner títulos de colores, subrayar algunas palabras y así el libro en blanco se convertirá en un cuento de familia que podrás leer con tus hijos las veces que quieras.
4. Preguntas con CÓMO
Seguramente pasaste o estás pasando por ese momento en el que los niños preguntan el porqué de absolutamente todo. Pues este juego no es tan intenso, pero se parece un poco. Estas actividades consisten en preguntar constantemente al niño como se logra un objetivo. Si usualmente caminas con tu hijo al colegio, el parque o la tienda, puedes luego preguntarle ¿Cómo llegamos a uno de esos tres lugares? También puedes relacionar estas preguntas con situaciones cotidianas y preguntarle ¿Cómo podemos lograr que te levantes más temprano? o ¿Cómo podemos hacer para que te comas todo?
Este juego permite que el niño empiece a generar procesos de análisis y críticas de manera simple, que logre desenvolverse en situaciones problemas y que aparte retroalimente y reconozca sus procesos propios de su vida diaria.
5. La rutina
Todos los días los niños hacen cosas diferentes en el jardín o el colegio. Su rutina suele ser muy divertida. Aprovecha el fin de semana para que tus hijos te cuenten más de sus actividades. Pídeles que escriban las actividades más importantes que realizaron durante la semana y que dibuje las que lo hicieron sentir feliz, orgulloso, triste o decepcionado.
Todo esto no solo permitirá fortalecer sus habilidades en producción textual, sino que además mediante el dibujo está generando un proceso de expresión que le permite una comunicación de mayor confianza con sus padres.
Atrévete y practica alguno de estos juegos con tus hijos, no solo les ayudarás a reforzar su proceso de aprendizaje del lenguaje también te acercarás a ellos de manera divertida. Recuerda que el mejor regalo que les puedes brindar es tu TIEMPO.
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