El Aprendizaje Basado en Proyectos es una metodología de enseñanza que reta a los alumnos a convertirse en protagonistas de su propio aprendizaje, dando respuesta a situaciones y problemas que enfrentan a diario por medio de la creación y desarrollo de proyectos que transformen dicha realidad.
Animarte a construir y cuidar una huerta con tus estudiantes provocará un cambio positivo en ellos, sus familias y su comunidad; puesto que los hará seguir un propósito común y saber que sí pueden trabajar en equipo para obtener una mejor calidad de vida.
Los métodos de enseñanza se están transformado y los maestros tienen el desafío constante de motivar a sus estudiantes a continuar con su proceso de aprendizaje. Para esto resulta eficaz la construcción de una huerta, ya que es una actividad donde aprenden por medio de la práctica sobre la importancia del cuidado de los recursos naturales, el ciclo vital de los animales y plantas en la naturaleza, el proceso de siembra y cosecha, cómo obtener una fuente de alimento alternativa y por supuesto, habilidades socioemocionales para la vida como el trabajo en equipo, autonomía y resiliencia.
En Genesis Foundation integramos el aprendizaje basado en proyectos como parte de programas educativos de primera infancia y básica primaria. Creemos que actividades como la construcción y cuidado de una huerta son una herramienta que genera expectativas y motivación para el aprendizaje de los niños a través de la magia de la naturaleza. Aquí te contamos 4 consejos para convertir una huerta en el método ideal para introducir el Aprendizaje Basado en Proyectos en el aula:
1. Centrar el proyecto en las expectativas de los estudiantes: Como mencionamos
antes, lo más importante en el Aprendizaje basado en Proyectos es el protagonismo de los estudiantes. Para que la huerta sea un proyecto que motive a todos los alumnos, es importante escuchar cuáles son sus expectativas e intereses con la huerta, construyendo así un proyecto que deje experiencias significativas para cada uno de los estudiantes. Más que dar la lección, poner deberes y pasar a otro tema, preguntémonos qué les gusta, qué les inquieta y qué los motiva a ser parte del cuidado de una huerta. Solo así conseguiremos despertar su curiosidad y deseo por aprender del tema.
Para lograrlo, puedes realizar una asamblea en donde les cuentes todo sobre el funcionamiento de la huerta, el suelo, los animales, las semillas, las plantas y todo lo que allí habita. A partir de esto, ellos tendrán dudas, preguntas, cosas que les llaman la atención y que quieren realizar en la huerta; al escucharlos y compartir con ellos y sus compañeros al respecto, se sentirán motivados al saber que podrán hacer realidad sus propias ideas en la huerta y que sus opiniones son importantes para todo el equipo.
2. Promover aprendizaje colaborativo: el aprendizaje colaborativo es una gran estrategia a seguir al construir y cuidar una huerta pues integrará a los estudiantes y les enseñará la importancia de trabajar en equipo a lo largo de su vida para alcanzar metas. Como docente, puedes formar grupos de trabajo en el aula de clase y denominarlos como comités según cada tarea de la huerta, por ejemplo: comité de limpieza, comité de decoración, comité de riego, comité de abono, entre otros. Así, entre ellos deberán llegar a acuerdos y consensos para cumplir con sus responsabilidades y lograr que la huerta sea sostenible en el tiempo.
3. Fijar un propósito común: Todo proyecto inicia con un propósito. En este caso, ofrecer un aula viva para que los niños y niñas aprendan, jueguen, exploren y reconozcan su entorno. Si trazas metas en conjunto con el equipo de trabajo de la huerta, todos los esfuerzos estarán enfocados en alcanzarlas y, por ende, existirán menos discrepancias que detengan el buen funcionamiento de la huerta. Para darle un enfoque al proyecto de la huerta es relevante plantearse una pregunta “desafío” a responder durante el desarrollo del mismo. Si al final del año los estudiantes logran responder la pregunta, entonces la huerta habrá sido un éxito.
Algunos ejemplos de pregunta de investigación que pueden servirte son: ¿Cómo una huerta ayuda a preservar recursos naturales? ¿Por qué la huerta puede ser una fuente alternativa de alimento? ¿Cómo el cuidado de una huerta desarrolla habilidades socioemocionales en los niños?
Al tener tu pregunta, todas las actividades de aprendizaje que realices durante la creación e implementación del proyecto, deberás enfocarlas a responder dicho cuestionamiento, logrando que todos trabajen por un objetivo común.
4. Fomenta el espíritu crítico de los estudiantes: Realizar una huerta deja un legado para tus estudiantes y la comunidad en la que vives. Sembrar requiere aprender a ser paciente, cuidar las plantas habla sobre el cuidado de nuestro cuerpo y mente, limpiar la huerta desarrolla orden, la capacidad de las plantas de adaptarse a los cambios, enseña resiliencia.
Como docente, puedes sacar provecho de todas estas enseñanzas y desarrollar en los estudiantes habilidades socioemocionales para la vida que trasciendan más allá del conocimiento práctico del cuidado de una huerta. Además, anima cada semana a los alumnos a evaluar su propio trabajo y a detectar fallos en el proceso de trabajo con el objetivo de que aprendan de sus errores y mejoren los resultados en un futuro.
Uno de los propósitos de la educación es dar explicación a los fenómenos del entorno: culturales, sociales, naturales, científicos, políticos. El Aprendizaje Basado en Proyectos posibilita explorar en profundidad dichos temas por medio de la investigación, descubrimiento y búsqueda de soluciones. Por esto, esta metodología de enseñanza está trasformando la educación al convertir al alumno en responsable y autónomo de su propio aprendizaje.
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